En una conferencia sobre Tendencias de Sostenibilidad a
Nivel Empresarial a la que asistí en el Externado, la especialista estratégica
en el sector de empaques Adriana Wolff, desde su perspectiva ambiental habló
acerca de la gran responsabilidad que tienen las “marcas” en el cambio de las
costumbres del consumidor para lograr un
desarrollo sostenible.
El consumidor es quien debe cambiar sus hábitos de consumo,
eso no está en discusión…. Pero a partir de qué? …. de sus compras
responsables.
Es imposible eliminar el consumo y todos los productos del
mercado vienen empacados; cualquier empaque necesita una fuente de extracción
que por lo general es una fuente natural…. Árboles, caña, palma, petróleo, etc,
pero es allí donde las empresas deben concientizarse y hacer algo. Buscar que
sus fuentes sean renovables o reducir la cantidad de uso de materiales
naturales para así mismo reducir el impacto ambiental que están generando.
Algunas marcas preocupadas por su responsabilidad en el
desastre ambiental, están implementando nuevas formulas para la fabricación de
sus empaques; la Plantbottle de Coca Cola que será usada por Heinz también, la
nueva Eco flex de Brisa o la Clever Little bag de Puma son ejemplos de marcas
que empiezan a preocuparse por el daño ambiental y están comprometidas a hacer
su parte en el proceso de cambio.
Las marcas hacen los consumidores y una comunicación
acertada por parte de ellas, puede ir cambiando el comportamiento del
consumidor. El problema es que esa
comunicación debe ser más eficaz, debe mover el corazón del consumidor y
generar el cambio.
Para la mayoría de empresas es muy costoso cambiar sus
hábitos de fabricación por pensar en un desarrollo sostenible, así que la
posición más fácil es no tomar ninguna acción o “hacerse el que las toma”
diciendo que son Eco amigos, cuando en realidad solo es una postura fachada. A
esta posición en el argot ambiental, se le denomina Green Wash.
Greenwashing es cuando mentirosamente se le expone al mundo
una preocupación por el medio ambiente que no existe. Cuando ciertas
compañías proponen una práctica amigable
con el medio ambiente introduciendo un diseño, un color o un texto que los haga
ver como tal, cuando en realidad, sus productos, empaques o diseños no han
tenido ningún estudio real sobre las composiciones químicas utilizadas por
ellos y el impacto nocivo que tienen en el medio ambiente, por lo cual, no
termina siendo otra cosa que Publicidad
engañosa.
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